miércoles, 2 de mayo de 2018

7 competencias claves para un desempeño laboral exitoso



Según expertos económicos, el mundo ha entrado oficialmente a la cuarta revolución industrial, que no es otra cosa que una era fuertemente marcada por la tecnología digital, el internet de las cosas y la inteligencia artificial. Hace unos meses, leí en un estudio de la firma Deloitte, que esta revolución digital está cambiando radicalmente 3 grandes aspectos:

  • La forma en la que hacemos negocios: sólo en USA las personas revisan 8 billones de veces su celular, de tal manera, que cualquier empresa que desee colocar su producto o servicio en las manos de su consumidor, deberá armar una estrategia digital contundente.
  • La economía: la practicidad de las regulaciones del comercio electrónico, la seguridad de los datos y las leyes tributarias se siguen analizando y modificando con el fin de ir a la par de esta revolución sin perder el orden y el control de los negocios.
  • La sociedad: con todos estos adelantos tecnológicos, tal parece que los humanos empiezan una fría competición contra las máquinas.  Para todas las organizaciones se vuelve indispensable crear nuevas formas y ambientes de trabajo que consideren la práctica de habilidades y competencias que le permitan a las personas elevar su productividad, mejorar el desempeño laboral, pero sobre todo agregar valor en sus funciones cotidianas.

Si eres un asiduo lector de mis publicaciones, habrás leído en artículos anteriores que el nivel de desempeño de las personas se mide por el QUÉ (cuáles son sus resultados) y el CÓMO (actitudes, valores y comportamientos para obtener dichos resultados), de hecho, el CÓMO es el factor que define gran parte de tu esencia como individuo.

Veamos entonces cuáles son esas competencias claves que mayor demanda tienen en las organizaciones y que agregan valor al modelo de gestión de cualquier industria.


1. Velocidad para aprender:  ¿Has notado que los dispositivos móviles tardan menos de un año en actualizar sus funciones y características para brindar una mejor experiencia a sus consumidores?. Lo que comúnmente buscamos las personas en estos dispositivos es agilidad, conectividad, alta resolución de imagen, entre otras propiedades. 

Ahora piensa un momento en todas las características que una empresa busca en la próxima persona que va a contratar, que va a ascender o la que le va a encargar un proyecto. Definitivamente, las personas que no pueden adaptarse a los cambios o las que se volvieron obsoletas profesionalmente no son una opción.  Las empresas buscan personas flexibles, que se involucren en experiencias desafiantes y con velocidad para aprender en su práctica diaria nuevas habilidades para tener un alto desempeño.

Ya lo dijo Edgar Dale - pedagogo estadounidense - en su famoso cono del aprendizaje: los seres humanos aprender más rápido y mejor con la experiencia directa, haciendo y enseñando.

 


2. Juicio crítico para tomar mejores decisiones: Desde que abres los ojos por la mañana hasta la hora de irte a descansar por la noche, estás tomando decisiones. La única persona que sabe lo que le conviene y lo que es mejor para ti, eres tu y en la medida en que te conozcas y tengas claridad sobre tus fortalezas y oportunidades de mejora, tomarás mejores decisiones para tu vida.

De igual forma ocurre con tu trabajo, mientras mayor sea tu disposición para conocer la empresa, la industria en la que te desenvuelves, las tendencias del mercado, las tácticas de la competencia, las oportunidades, los riesgos o las amenazas que existen, etc., más distinciones irás ganando para formar tu juicio crítico y tomar mejores decisiones considerando el impacto, el riesgo y el costo de cada acción que ejecutes. Se espera que los profesionales de hoy puedan realizar su trabajo de forma autónoma, sin esperar que un superior esté todo el tiempo diciéndoles que hacer.

El manejo de indicadores sencillos pero contundentes con la data que proporcionan, también son relevantes a la hora de tomar decisiones sobre el futuro y no sobre un hecho que ya está consumado y por el que poco o nada puedes hacer. No te limites a las funciones de tu puesto de trabajo, involúcrate!


3. Orientación al servicio: Esta opinión está sesgada por experiencias previas con pequeñas y grandes empresas, pero siento que en mi país, aún tenemos mucho que aprender en cuanto a la cultura del servicio. Hay claras excepciones por supuesto!

En múltiples oportunidades (y las tengo documentadas) he observado CERO coherencia entre los valores corporativos que predica la empresa X y el trato que tienen sus colaboradores con el cliente, usuario, colegas, proveedores y otros. Pocas veces se demuestra un interés genuino en indagar y comprender la situación que trae "el tercero" al escritorio, la comunicación tampoco es efectiva, pues generalmente las conversaciones son para responder y no para escuchar.

Independientemente de que la orientación al servicio forme parte de los valores corporativos de tu sitio de trabajo, recuerda que esta competencia dice mucho de ti y de tu PREDISPOSICIÓN para hacer bien tu trabajo aun cuando las circunstancias no sean las mejores.



  
4. Trabajo en equipo: Con la revolución digital esta competencia adquiere gran relevancia y sentido. Las empresas están conscientes de que para ganar agilidad y eficiencia en todos sus procesos, es necesario eliminar estructuras jerárquicas pesadas y conformar equipos de trabajo para proyectos específicos.

Estos equipos se agrupan por nivel de pericia por ello trabajan de forma complementaria, tienen objetivos claros, indicadores de gestión y desempeñan roles específicos dentro del equipo. Aquí juega un papel importante los que ejecutan roles cerebrales (ideas, innovación), los roles de acción (ejecutan, mejoran, monitorean), los roles sociales (cuidan clima laboral, resuelven, conectan, informan) 

¿Cuál es el rol que tu adoptarías en un equipo de alto rendimiento?


5. Inteligencia emocional: Las emociones son energía y estas nos llevan a actuar de determinada forma generando un efecto (positivo o negativo) para ti y tu entorno. Suelo referirme a la inteligencia emocional como "un músculo" al que se debe ejercitar todos los días con atención e intención.

Una persona emocionalmente educada se reconoce por 2 factores: la consciencia emocional, es decir, que puede observar las emociones en las que transita durante toda su jornada, puede reconocer que las ocasiona y sabe que tienen un propósito final.  No es común que una persona con alta inteligencia emocional responda: "no sé qué me pasa" o "no entiendo por qué me siento así".

El segundo factor es el autodominio.  Una persona con alta inteligencia emocional comprende bien que las emociones no las puede reprimir pero si puede gestionarlas sobre todo cuando conllevan efectos negativos como la ira, el rencor, la tristeza o el resentimiento. Hay prácticas útiles como la respiración consciente, la meditación, la contemplación, el ejercicio, dialogar con alguien cercano, escribir, pintar y muchas más. Elige aquella con la que te sientas cómodo y practícala hasta convertirla en un hábito.





6. Liderazgo: Cada vez son más necesarias las personas capaces de liderarse a sí mismos y luego convertirse en agentes de cambio. Te invito a cultivar esta habilidad sin importar la casilla que ocupes en el organigrama de tu sitio de trabajo. 

Si quieres profundizar un poco más sobre este tema, puedes leer 2 artículos previos que escribí sobre el liderazgo resonante.


 7. Creatividad y resolución de problemas: La creatividad no es exclusiva de los genios de la industria tecnológica o de los grandes inventores. Tú también puedes ser una persona muy creativa sólo con analizar tu puesto de trabajo e identificar todos aquellos aspectos que puedes mejorar o hacer de una forma distinta para: 
  • Reducir tiempos de respuesta.
  • Ahorrar dinero.
  • Promover tu propio desarrollo.
  • Provocar experiencias agradables de trabajo.
  • Incrementar tu capacidad de enfoque en lo realmente importante.
  • Brindar un mejor servicio.

Afortunadamente existen diversas metodologías para incentivar la creatividad tales como: design thinking, técnicas de pensamiento lateral, mapas mentales, lluvia de ideas, técnicas de asociación, juegos lúdicos, actividades de diagnóstico, etc. 

Para finalizar,  lo qué tienen en común estas 7 competencias es que puedes adquirirlas o fortalecerlas en la medida en que hagas una auto evaluación honesta de tus actuales niveles de desempeño y  que  asumas el compromiso de trabajar en tu propio proceso de cambio y evolución si no estás satisfecho con los resultados. ¿Quién mejor que tú para trazar tu camino hacia el éxito?

Y si eres de las personas que desea explorar nuevas posibilidades de crecimiento, te dejo la invitación abierta para que tengamos una conversación con miras a seguir cultivando tu plan de desarrollo profesional. 

¡Hasta pronto!